Fue tras otra dura derrota de local, faltando pocos minutos, en la que Estudiantes mostró más de lo mismo. Sin ser menos que su rival, aún superándolo por momentos, no mostró peso en ataque y evidenció las mismas falencias en defensa que siempre. Hoy por enésima vez se pierde por un gol de pelota parada. Analizar el rendimiento colectivo tiene poco sentido ya que sería repetitivo, en cuanto a lo individual quien se destacó fue Gil Romero, de gran partido, que nos dejó preguntándonos por qué tiene tan pocos partidos en Primera. J. Silva mostró que en ataque es más que Iberbia y llevó peligro con un par de centros, mientras que en defensa tuvo un partido flojo. Jara volvió a la apatía de siempre, de la mano de un excesivamente displicente (por no usar una palabra más dura) Román Martínez. El Pampa pese a sus numerosos defectos tuvo sacrificio, y el Negro no tuvo su mejor partido -al igual que Auzqui- pero obligó. Llama la atención el bajísimo nivel de alguien tan regular como Ré.
¿Qué hizo Desábato en el gol?
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Un interinato prolongado sería jugar con fuego. Hoy Estudiantes tiene 81 puntos en la tabla de promedios. Lo mínimo indispensable para no arrancar muy complicados es llegar a 100.
Lo único que pide el hincha es seriedad y trabajo. Y que no se le paguen fortunas a jugadores que se comieron 4 técnicos en 2 años y que nos acostumbraron a a la derrota. Mientras siguen declarando, cagándose de risa en la cara de todos los hinchas, "jugamos bien".